De todos los enemigos de Batman, Harvey Dent es sin duda el más trágico y el más ambiguo. El suceso que desfiguró su rostro lo convirtió en una criatura irresoluta, escindida entre el bien y el mal, que decide su destino (y el de los demás) lanzando una moneda al aire. Unas veces es un hombre piadoso, otras, un psicópata sanguinario. Tanto en una modalidad como en otra, siempre es Dos Caras.